El estrés es uno de esos factores por los que pasa cualquier ser vivo que atraviesa por un gran cambio que provoca incertidumbre, y decimos un ser vivo de forma genérica, porque ni los animales, ni las plantas están exentos de sufrirlo. Es más en ocasiones su depresión es igual o mucho más fuerte que la del mismo dueño, pero existen formas de aminorarlas tal como se señalan en este artículo titulado “Mudanzas con mascotas ¿Cómo hacerlo fácil?”. Pero en nosotros, los seres humanos, las razones de nuestro estrés son mucho más profundas y psicológicas.
Los especialistas en la materia han determinado que después del estrés producido por el duelo de la pérdida de un ser querido o tras afrontar un divorcio difícil, mudarse es el tercer factor más estresante, la razón, es que genera un alto nivel de incertidumbre, dudas y temores a fallar.
En la mayoría de las ocasiones cambiar de domicilio no es un acto voluntario, siempre se debe a una situación externa, como un nuevo empleo, la necesidad de conseguir un hogar más grande porque va a venir un nuevo miembro a la familia o por razones simplemente económicas, en este último caso los niveles de estrés tienden a multiplicarse por mil.
Debemos recordar que al embalar nuestras pertenencias, no solo estamos metiendo en cajas objetos, sino que a su vez, estamos empaquetando una serie de recuerdos y momentos vividos en medio de esas cuatro paredes al que llamamos hogar.
Las añoranzas del pasado son las que convierten a nuestra vivienda en un ser animado que fue testigo de nuestros mejores y peores momentos. La mayoría del estrés se genera en base a esta percepción, donde el apego al pasado nos hace más difícil caminar hacia el futuro y hacia el cambio.
Debes recordar en estos momentos, que no todo lo que se aproxima es malo. En ese nuevo destino al que te diriges también te esperan nuevas experiencias, nuevas vivencia y otra cantidad de recuerdo que al final de cuentas serán albergados en el interior de tu mente y corazón.
Un buen ejercicio que se puede practicar al momento de empezar la mudanza (Recuerda que la mudanza empieza es en el momento en que se toma la decisión de llevarla a cabo, no cuando se están realizando las acciones para trasladar los objetos), es visualizarnos en el nuevo lugar de residencia, evaluar nuestras oportunidades, estudiar los sitios de la ciudad que deseamos conocer y por qué no, intentar empezar nuestra historia de cero.
Muchos investigadores, han descubierto que en la mayoría de los casos, aquellos niños que han sido víctimas del abuso escolar por parte de compañeros de clase, sienten que el cambiar de residencia y colegio es una nueva oportunidad para renovarse, ser mejores personas y enfocar su vida desde un punto de vista diferente.
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